El vivir con una enfermedad grave, como el cáncer, es un reto. Aparte de los aspectos físicos y médicos, las personas con cáncer se enfrentan a preocupaciones, emociones y otros aspectos que pueden hacer su vida bastante difícil.
Así pues, una vez afrontados y superados los aspectos prioritarios del diagnóstico y tratamiento inicial del cáncer, el paciente puede observar que necesita ayuda para sobreponerse a los aspectos tanto emocionales como prácticos de su enfermedad. Si el apoyo del equipo sanitario (médicos, personal de enfermería, trabajadores sociales y otros) no es suficiente, también podría acudir al psiconcólogo (aunque no todos los hospitales cuentan con este servicio) o los grupos de apoyo y las asociaciones de pacientes pueden ayudar a que las personas se sientan menos solas.
Busque la ayuda de sus familiares o de un psicólogo si lo necesita. Lo que le ha pasado no es fácil de superar. No le avergüence pedir ayuda.