¿Es lo mismo glaucoma que degeneración macular?
Según la Organización de Naciones Unidas, en 2050, el 21,1% de los habitantes del planeta tendrá más de 60 años. Esta es la consecuencia directa del aumento de la esperanza de vida, gracias a los avances en materia de salud. Paralelamente, se producirá un aumento de las enfermedades asociadas a la edad, especialmente las que afectan a la visión, de gran influencia en la calidad de vida1.
El glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad son las enfermedades más relevantes que afectan a la visión y causan el mayor número de casos de ceguera en los países desarrollados. Ambas son enfermedades neurodegenerativas que afectan a los nervios de los ojos, además, reducen las capacidades cognitivas de quien las padece, principalmente ancianos, disminuyendo su capacidad de interaccionar socialmente1,2.
La prevalencia de la DMAE es del 8,7%. En 2020 había 196 millones de casos en el mundo, pero se espera que aumente hasta los 288 millones de casos en 2040. En cuanto al glaucoma, con una prevalencia del 1%3 y 76 millones de pacientes en 2020, alcanzará los 118 millones en 20401–4.
¿Cuáles son las causas de la degeneración macular y del glaucoma?
Las dos patologías parecen tener mecanismos de desarrollo parecidos. Incluso suelen aparecer asociadas a otras enfermedades degenerativas o cardiovasculares. Ambas están relacionadas con la edad, no suelen presentar síntomas en su inicio y son crónicas y de avance progresivo. Incluso tienen en común algunos factores de riesgo1.
Pero, mientras que en el glaucoma la afectada es la visión periférica, en la DMAE lo es la visión central. En ambos casos los pacientes pueden perder su independencia funcional debido a su pérdida de visión, con el consecuente deterioro psicológico. Todo ello con un gran impacto en los presupuestos de salud y asistencia social1.
El glaucoma se caracteriza por la muerte progresiva de las células del ojo responsables de recoger la luz y convertirla en impulsos eléctricos que se envían al cerebro, las llamadas células ganglionares de la retina (CGR). La muerte de estas células produce alteraciones en el nervio óptico que, poco a poco, va degenerando y provocando pérdida progresiva de la visión. Primero hay pérdida de la visión periférica, que va avanzando hasta el centro del campo visual2.
No se sabe qué causa el glaucoma, pero sí se conoce que la presión en el interior del ojo (presión intraocular, PIO) tiene un papel determinante2–4. El globo ocular está relleno de una sustancia llamada humor acuoso y su volumen está regulado por la estabilidad de una membrana situada en la base de la córnea llamada malla trabecular (MT). Si la MT no funciona correctamente, por ejemplo, por cicatrices o fibrosis, puede impedir que el humor acuoso salga, acumulándose en el ojo y aumentando la PIO. Ésta puede facilitar la muerte de las CGR y causar el glaucoma3.
Como es lógico, el tratamiento del glaucoma intenta reducir la PIO, lo cual puede hacerse con medicamentos antihipertensivos que se administran en forma de gotas (colirios), o con una pequeña operación que instala un drenaje en el ojo para facilitar la salida del humor acuoso3.
La edad también es clave para la aparición de la DMAE. Pero, a diferencia del glaucoma, en la degeneración macular se conocen más factores que pueden desencadenarla: principalmente aspectos relacionados con la dieta (déficit de vitaminas A, C y E, luteína y ácidos grasos omega-3)5, pero también la hipertensión, las enfermedades coronarias, la dislipidemia, la obesidad, un elevado índice de masa corporal, los problemas de riñón o incluso, el Alzheimer5.
En la DMAE, se conocen las fases en que se desarrolla esta enfermedad. La primera es la DMAE seca, que puede no presentar síntomas y que se caracteriza por la presencia de acúmulos de desechos oculares (drusas) en la mácula (zona del fondo del ojo que capta los detalles de lo que vemos). Un subtipo de la DMAE seca es la atrofia geográfica, que muestra drusas más grandes y con alteraciones de la visión en la parte central de la mácula5,6.
En un 15%-20% de los pacientes con degeneración macular evoluciona a DMAE húmeda, en la que aparecen nuevos vasos sanguíneos en el fondo del ojo, bajo una capa llamada epitelio pigmentario de la retina (EPR). Estos vasos son defectuosos, por lo que permiten el escape de sangre y plasma, que deterioran la retina5,6.
Se ha descubierto que, la formación de los nuevos vasos sanguíneos se debe al mal funcionamiento de la sustancia responsable de formar estos nuevos vasos, una proteína conocida como factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). Este descubrimiento ha permitido el desarrollo de tratamientos que detienen la progresión de la DMAE húmeda, que consisten en la inyección en el globo ocular (inyecciones intravítreas) de medicamentos que bloquean el funcionamiento de VEGF (anti-VEGF). Sin embargo, aún no ha podido desarrollarse un tratamiento para la DMAE seca5,6.
Entonces, ¿cómo ve una persona con DMAE o con glaucoma?
En el glaucoma, el deterioro del campo visual se produce comenzando en la periferia. Con el tiempo, la pérdida de visión se extiende al centro, quedando al final un área pequeña de visión central. Además, los pacientes ven las imágenes con poco contraste y color, y tienen gran dificultad para leer7.
Al contrario que en el glaucoma, en la DMAE la pérdida de visión afecta al centro de la imagen. También aparece pérdida de contraste, pero además las imágenes se ven distorsionadas (metamorfopsia) y borrosas. Cuando la degeneración macular está muy avanzada, la visión central está ocupada por un disco negro que dificulta muchísimo la visión5,6.
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