Fases del Alzhéimer

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva que generalmente avanza lentamente en varias fases. Durante las diferentes fases del alzhéimer, la evolución de la enfermedad varía según la persona y su estado clínico.1 A continuación te contamos las diferentes fases o etapas que presenta la enfermedad de Alzheimer y las características particulares de cada fase.

Fase preclínica - alzhéimer preclínico

Los cambios microscópicos en el cerebro relacionados con el alzhéimer pueden aparecer hasta décadas antes de que se manifiesten los primeros síntomas de la enfermedad. En la etapa preclínica del alzhéimer aún no hay síntomas y la persona lleva una vida normal. Durante ese tiempo, en el cerebro se van acumulando de forma anormal las proteínas beta-amiloide y TAU, responsables de los cambios estructurales y de la alteración en el funcionamiento neuronal.2


Esta fase dura hasta el comienzo de los primeros síntomas característicos de la enfermedad.2 Actuar sobre los factores de riesgo modificables en esta fase preclínica puede ayudar a retrasar el inicio de dichos síntomas.3

Fase prodrómica- deterioro cognitivo leve debido a la enfermedad de alzheimer

sta fase, conocida como fase prodrómica, se corresponde con los síntomas iniciales del alzhéimer. Son de carácter leve por lo que frecuentemente se confunden con el proceso normal del envejecimiento. No afectan a la vida y actividad cotidiana de la persona. La aparición de los síntomas, no conlleva irrevocablemente que una persona vaya a desarrollar alzhéimer hasta sus formas más graves o vaya a tener otro tipo de demencia, pero sí que tienen mayor probabilidad de hacerlo.2


Es muy importante que tanto la persona como su entorno ante la aparición de las primeras señales de alerta que se producen de forma recurrente consulten a su médico para descartar cualquier otra enfermedad y conseguir un diagnóstico precoz. Las personas diagnosticadas de forma temprana se ven favorecidos por un abordaje más preciso. Además, los tratamientos disponibles, suelen ser más efectivos en estas etapas iniciales.

 

La información y concienciación a todos los niveles (sanitario, institucional y población en general) de la actuación en estas fases iniciales de la enfermedad es fundamental para un mayor y mejor abordaje de la enfermedad.

Fase temprana- alzhéimer leve

En esta fase, las placas β-amiloides ya han provocado suficiente daño en el cerebro como para que la persona empiece a percibir episodios de pérdida de memoria, que incluyen el olvido de palabras familiares, dificultad para encontrar palabras adecuadas en una conversación o la desubicación de objetos cotidianos. También puede notar desorientación espacial. Los familiares y amigos suelen ser las personas que notan que “algo no va bien”. Esta es la fase en la que suele diagnosticarse la enfermedad y suele durar entre 2-5 años.1,2,4


Aunque en la actualidad el inicio de la enfermedad de Alzheimer no puede detenerse, ni revertirse, un diagnóstico temprano permitirá iniciar los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para ralentizar los síntomas y así poder ofrecerle a la persona la oportunidad de mejorar su calidad de vida.1,3

Fase media- alzhéimer moderado

En esta fase, los síntomas del alzhéimer que ha ido apareciendo en las fases anteriores, se agravan y empeoran, las alteraciones cognitivas son tan obvias que ya no existen dudas sobre su diagnóstico. La persona comienza a depender de los demás (para actividades como ducharse o vestirse). Las pérdidas de memoria son más acentuadas, no reconoce lugares, ni fechas y puede empezar a mostrar cambios en su conducta (ansiedad, depresión, agresividad, etc.).2,4


El alzhéimer moderado generalmente constituye la etapa más prolongada y puede durar hasta 10 años. A medida que la enfermedad avanza, la persona con alzhéimer irá requiriendo un mayor nivel de atención por parte de un cuidador.1

Fase final- alzhéimer grave

En la fase final del alzhéimer, el deterioro cognitivo y físico es profundo. La persona es completamente dependiente para todas las tareas básicas de la vida, no pueden expresarse verbalmente o mantener una conversación, tiene problemas para tragar, no reconoce a sus familiares, ni a sí mismos delante del espejo. 2,4


Por otro lado, aparece la rigidez muscular que provoca una lentitud y torpeza de movimientos significativa. El afectado finaliza postrado en la cama siendo vulnerable a diferentes enfermedades.2,4

 

A pesar de la gravedad de la enfermedad y del gran impacto en la calidad de vida, el conocimiento acerca del alzhéimer ha avanzado en las últimas décadas un gran camino permitiendo a los investigadores sentar las bases para el desarrollo de nuevos fármacos que permitan tratar en un futuro la enfermedad de una forma eficaz en cualquiera de sus etapas o fases.
 

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