Tratamientos y Alzhéimer
Aunque en los últimos años, se han logrado grandes avances para comprender mejor la enfermedad de Alzheimer y se han iniciado diferentes ensayos clínicos para evaluar nuevos tratamientos, a día de hoy, no contamos con un fármaco que pueda curar, prevenir o detener el alzhéimer.
Sí existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que pueden paliar por un tiempo el progreso de los síntomas favoreciendo así una mejora en la calidad de vida de las personas con alzhéimer y sus cuidadores.1,2 Por ello un diagnóstico precoz es muy importante dado que puede suponer iniciar cuanto antes los tratamientos disponibles.
Cualquier tratamiento debe de ser iniciado por el profesional médico
Tratamientos farmacológicos
Se pueden distinguir entre los indicados para los síntomas cognitivos y los recomendados para los síntomas conductuales.
Fármacos indicados para los síntomas cognitivos
Estos fármacos se utilizan para mejorar, fundamentalmente en etapas o fases iniciales, los síntomas relacionados con la memoria, el proceso y manejo de información, la pérdida de la atención o la toma adecuada de decisiones.
Son fármacos que actúan a nivel de determinados neurotransmisores cerebrales como por ejemplo la acetilcolina o el glutamato, sustancias que permiten la comunicación entre las neuronas. 1,3
Aunque no pueden detener el daño que causa el alzhéimer, sí pueden reducir o estabilizar síntomas leves durante un tiempo. Entre ellos destacan:1,3
- Inhibidores de la acetilcolinesterasa. Actúan aumentando los niveles de acetilcolina (neurotransmisor al que se la otorga un papel clave en la memoria y en el aprendizaje). Su descomposición, aumentada en el alzhéimer, supone una alteración en la comunicación entre neuronas provocando la sintomatología típica de la enfermedad.1
- Fármacos que regulan la neurotransmisión glutaminérgica. En la enfermedad de Alzheimer el daño en las neuronas provoca que un neurotransmisor como el glutamato no pueda ser captado por otras neuronas vecinas, generándose así un acúmulo tóxico y dañino para las mismas. Diversos fármacos pueden bloquear el exceso de glutamato, favoreciendo así cierto control del daño neuronal.2,4
Fármacos indicados para los síntomas conductales
Otros síntomas que aparecen en diferentes fases en la enfermedad de Alzheimer, algunos derivados del deterioro cognitivo, y otros relacionados con aspectos psicológicos también son tratados a nivel farmacológico. Así se utilizan:
- Fármacos antidepresivos para mejorar el estado de ánimo;
- Fármacos antipsicóticos para mejorar los delirios y alucinaciones;
- Fármacos anticonvulsivos, para la agresividad severa;
- Fármacos ansiolíticos, para mejorar situaciones de ansiedad.3-5
Tratamientos no farmacológicos
Los tratamientos no farmacológicos están dirigidos a favorecer una mayor estimulación cerebral con el objetivo de crear nuevas conexiones y redes neuronales que permitan enlentecer los síntomas de la enfermedad y favorezcan durante un mayor tiempo las habilidades cognitivas remanentes en la persona con alzhéimer. Todo esto repercutirá en su vida diaria, favoreciendo un mejor estado de ánimo y una mayor autoestima, y, por tanto, una mejora en la calidad de vida de la persona afectada y de sus cuidadores. A continuación, se detallan algunas técnicas o procedimientos:5
- Psicoterapia: puede ser útil en las primeras fases para tratar la pérdida de control y controlar la sensación de ansiedad, depresión o falta de autoestima.5
- Estimulación cognitiva: tiene como finalidad mejorar la memoria, la comunicación verbal, fortalecer las relaciones sociales (por ello muchas de estas actividades se realizan en grupo), el ritmo, la coordinación, minimizar el estrés, incrementar la autonomía, etc.4,5
- Rehabilitación cognitiva: dirigida a conseguir objetivos concretos, como aprender a desempeñar una tarea cotidiana. Esto puede ayudar a la persona a adaptarse a su nueva situación.4
- Terapia psicomotriz: la psicomotricidad se entiende como la capacidad o facultad que permite el desarrollo perceptivo físico, psíquico y social de la persona a través del movimiento. Los aspectos básicos que se trabajan están relacionados con el control postural.5
- Terapia de orientación a la realidad: se trata del uso de herramientas o técnicas dirigidas a favorecer la orientación espacio-temporal a través de agendas, calendarios, recordatorios, etc.5
- Terapias de recuerdo o reminiscencia: denominadas “historias de vida” donde el afectado habla sobre hechos de su pasado. Promueve la comunicación y la recuperación de su sentido de identidad personal. 4,5
Todas estas herramientas o técnicas serán recomendadas por el equipo médico en función del estado y de la etapa o fase de la enfermedad en cada persona afectada. Suelen realizarse por equipos multidisciplinares de profesionales como, por ejemplo: psiquiatras, geriatras, psicoterapeutas o terapeutas ocupacionales en centros específicos de atención a personas afectadas por alzhéimer.
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