Tratamiento del Trastorno del Espectro de la Neuromielitis Óptica

El tratamiento del Trastorno del Espectro de la Neuromielitis Óptica (TENMO) se debe abordar complementando el tratamiento farmacológico con un tratamiento rehabilitador. En ambos casos, se precisa que se inicie de manera temprana con objeto de mejorar el pronóstico funcional1.

A nivel farmacológico, a día de hoy no existe ningún tratamiento curativo definitivo para el Trastorno del Espectro de la Neuromielitis Óptica (TENMO). Con cada episodio, el afectado va acumulando mayor daño neurológico que genera mayor discapacidad. Por ello, la base del tratamiento está dirigida hacia la remisión de los síntomas durante los episodios agudos (terapia sintomática – fase aguda) y evitar/espaciar la aparición de los brotes (terapia preventiva) el mayor tiempo posible1.

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Tratamiento durante los episodios agudos

  • Corticoides: son los fármacos utilizados con mayor frecuencia durante los brotes. El objetivo perseguido es reducir la inflamación asociada a los episodios de neuritis y mielitis2. Generalmente más del 80% de los pacientes suelen responder bien y normalmente son bien tolerados3.
  • Inmunoglobulinas: en caso de ineficacia de los corticoides, se pueden administrar inmunoglobulinas intravenosas3.
  • Plasmaféresis: la plasmaféresis o recambio plasmático, es un procedimiento terapéutico de limpieza/depuración” de la sangre de forma extracorpórea. Se extrae un volumen determinado de plasma (de 2 a 5 litros), y se procede a eliminar o remover partículas, patógenos, anticuerpos circulantes, etc4. Es precisamente la reducción de anticuerpos lo que puede explicar su eficacia en algunas personas con TENMO5.
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Tratamiento preventivo mantenido en el tiempo

Dada la recuperación parcial ante los brotes y la rápida acumulación de discapacidad” en los pacientes con cada recaída, está recomendado el inicio de una terapia preventiva a largo plazo una vez confirmado el diagnóstico del Trastorno del Espectro de la Neuromielitis Óptica 1,6. De hecho, se considera un factor de mal pronóstico el retraso en el inicio de la inmunoterapia3,7.

Se pueden utilizar diferentes fármacos inmunosupresores o inmunomoduladores en combinación o no con corticoides, permitiendo así la reducción de la dosis de los mismos1,8.

Como en otras enfermedades autoinmunes e inflamatorias, el tratamiento preventivo mantenido en el tiempo busca “disminuir la respuesta del sistema inmune”, con objeto de reducir los procesos inflamatorios, responsables de la sintomatología1,8.

Cabe destacar la importancia de un correcto y diferencial diagnóstico entre el Trastorno del Espectro de la Neuromielitis Óptica vs la esclerosis múltiple, desde el punto de vista del tratamiento. A pesar de compartir sintomatología, se ha podido comprobar como algunos tratamientos clásicos usados en la EM, resultan ineficaces e incluso pueden agravar los brotes del TENMO1,6,7.

De cualquier forma, cualquier tratamiento ha de ser determinado para cada paciente de forma personalizada por su médico, en función de la gravedad y evolución de los síntomas. Por ello, siéntase libre de comentar con su profesional sanitario cualquier duda al respecto.

En el TENMO la combinación de medicamentos que tratan los síntomas junto a terapias preventivas constituyen la base del tratamiento farmacológico1

Por otro lado, es muy importante que se complemente el tratamiento farmacológico con un tratamiento rehabilitador integral y multidisciplinar, atendiendo a factores físicos (movilidad, flexibilidad etc.), psicológicos (estado anímico del paciente y familiares) y sociales (entorno, actividad laboral etc.)9.  

La rehabilitación, como en otras enfermedades neurológicas, está dirigida a preservar y conservar la funcionalidad y calidad de vida de la persona afectada10Las lesiones dan lugar a una serie de síntomas que sí pueden ser aliviados por el tratamiento rehabilitador y fisioterapéutico11.

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El tratamiento rehabilitador favorece el alivio de los síntomas e incide positivamente en el plano psicológico del afectado10

Rehabilitación física

El objetivo principal será restaurar la máxima capacidad funcional del paciente para que pueda conseguir mantener su autonomía e independencia de forma segura. Para ello, los especialistas en rehabilitación trabajarán e incidirán en favorecer la espasticidad, prevenir contracturas y deformidades, mejorar la movilidad articular de forma que se evite la fatiga y la aparición de nuevas lesiones, favorecer el equilibrio y enseñar al afectado/a vivir su nueva situación10.

Por mínimo que pueda parecer el síntoma o la incapacidad que genere, será necesaria la evaluación del especialista. Una evaluación completa permitirá las recomendaciones adecuadas que favorecerán situaciones futuras10. Las sesiones de rehabilitación estarán individualizadas en función de las características y lesiones de cada paciente10.

La rehabilitación puede incluir:

  • Actividad física terapéutica, entrenamiento en determinadas prácticas de movimientos y formación en el uso de ayudas a la movilidad y otros dispositivos asistenciales. Hoy en día está demostrado que una actividad física suave y constante es imprescindible para el afectado10.
  • La estimulación eléctrica funcional (FES), supone la estimulación de nervios mediante corrientes eléctricas para causar una contracción muscular. El objetivo es producir un movimiento funcional en las extremidades deterioradas. La estimulación muscular permitirá relajación en caso de espasmos musculares y la prevención de la atrofia por desuso10.
  • Fisioterapia se recomienda cuando hay un problema específico o síntomas en curso que afectan a las actividades cotidianas, la movilidad y la independencia. Puede ayudar a cualquier nivel de discapacidad. El dolor, espasmos musculares, rigidez, alteraciones en vejiga o intestino también pueden ser objeto de fisioterapia10.

 

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Cada ejercicio y sesión de fisioterapia debe ser adaptado a cada afectado y ser supervisado por el profesional10

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  • Fuentes bibliográficas

    1. Monografías en Esclerosis Múltiple: Enfermedades desmielinizantes con afectación óptica y medular en la EM. Edita SEN.

    2. Wingerchuk D, et al. The spectrum of neuromyelitis optica. The Lancet Neurology, 2007, 6:805-15)

    3. Trebst C, et al. Update on the diagnosis and treatment of neuromyelitis optica: Recommendations of the Neuromyelitis Optica Study Group (NEMOS). J Neurol (2014) 261:1–16

    4. Barba JR. Plasmaféresis y recambio plasmático. Rev Latinoam Patol Clin Med Lab 2014; 61 (3): 163-174.

    5. Lopategui Cabezas I, et al. Neuromielitis óptica. Principales diferencias con la esclerosis múltiple. An Med Interna (Madrid) 2008; 25: 294-296

    6. Pandit L, et al. Demographic and clinical features of neuromyelitis optica: A review. Mult Scler 2015; 21(7): 845 –853.

    7. Comisión Europea: Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores. Las enfermedades raras: un desafío para Europa. L-2920 Luxemburgo.

    8. Arias M. De la enfermedad de Devic al “espectro de la neuromielitis óptica”: una historia inconclusa que se extiende a lo largo de tres siglos. Neurosciences and History 2016; 4(3): 109-116

    9. Monografías en Esclerosis Múltiple: Enfermedades desmielinizantes con afectación óptica y medular en la EM. Edita SEN

    10. Fundación GAEM. Terapias de rehabilitación en Esclerosis Múltiple. Disponible en: https://fundaciongaem.org/terapias-rehabilitacion-en-esclerosis-multiple/ último acceso en febrero de 2022

    11. Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. Mielitis transversa. Disponible en: https://espanol.ninds.nih.gov/es/trastornos/mielitis-transversa último acceso en febrero de 2022

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