El linfoma folicular es un cáncer de los linfocitos B, un tipo de glóbulo blanco que forma parte del sistema linfático1. Se incluye dentro de los linfomas no Hodgkin y es uno de los más frecuentes, representando entre el 20 % y el 30 % de todos los casos1,2. Su crecimiento suele ser lento, motivo por el cual se clasifica como linfoma indolente3.
El linfoma folicular no suele producir síntomas en sus fases iniciales debido a su crecimiento lento5. Entre los síntomas más característicos se encuentran:
• La aparición de ganglios linfáticos agrandados, indoloros, en cuello, axilas o ingles2
• La fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso, conocidos como síntomas B, aunque no son tan frecuentes en este tipo de linfoma2,6.
• En fases avanzadas, también pueden observarse cansancio persistente, anemia o infecciones recurrentes, debido a la afectación de la médula ósea u órganos internos6,7
Es importante remarcar que estos síntomas deben deben ser consultados a un especialista para que pueda llevarse acabo un diagnóstico preciso.
El linfoma folicular afecta sobre todo a personas mayores, con una edad media al diagnóstico entre los 65-68 años2,8. La incidencia aumenta progresivamente con la edad, aunque puede presentarse en adultos más jóvenes1.
El linfoma folicular puede presentar una evolución muy heterogénea en la clínica. Siendo generalmente tratable y con una buena evolución, este se caracteriza por remisiones y recaídas. 5,9
El diagnóstico requiere una biopsia de un ganglio linfático o tejido afectado, que permite estudiar las células al microscopio y detectar marcadores específicos 6,11. Además, se realizan pruebas de imagen como la tomografía computarizada (TC) o la PET-TC, para evaluar la extensión de la enfermedad12.
En algunos casos, se complementa con análisis de sangre y biopsia de médula ósea11. Para estimar el pronóstico, los especialistas generalmente utilizan el Índice Pronóstico Internacional para Linfoma Folicular (FLIPI), que tiene en cuenta factores como edad, extensión de la enfermedad, niveles de hemoglobina, número de zonas ganglionares afectadas y niveles de LDH4,9,13.
En los últimos años se han desarrollado diferentes líneas de tratamientos que han mejorado el abordaje de los pacientes, especialmente en aquellos con recaídas14,15. Gracias a estos avances, la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con linfoma folicular han mejorado de forma significativa9,15
Pregunta | Respuesta clave |
Qué es el | Cáncer de linfocitos B, común dentro de los linfomas no Hodgkin. |
Síntomas | Ganglios indoloros, síntomas B en etapas avanzadas; a veces detectado por azar. |
A quién afecta | Personas de avanzada edad (65 - 68 años) |
Diagnóstico | Biopsia, inmunofenotipo/genética, imágenes, sangre, médula ósea y FLIPI. |
Tratamientos | Objetivo principal de controlar la enfermedad, retrasando la evolución de la enfermedad. |
Es un tipo de cáncer que afecta a los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos que se produce en la médula ósea.Estos linfocitos se pueden encontrar en todo el cuerpo
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