Rutinas de Higiene Adaptadas

Las personas con patologías incapacitantes o aquellas que requieren tratamientos como radioterapia o quimioterapia deben llevar unos hábitos de higiene específicos para evitar posibles complicaciones.

Ciertos medicamentos para tratar el cáncer u otras patologías, pueden afectar a las mucosas o producir cambios en la piel como sequedad o irritación. La afección puede ir desde el picor -por una piel seca- hasta la aparición de úlceras por presión (o decúbito) y rigidez muscular en los pacientes inmovilizados.

Incorporar ciertos cambios en la rutina de higiene diaria durante los tratamientos puede ayudar a mantener la piel saludable y reducir posibles riesgos.

Recomendaciones generales de higiene:

Mantener la piel limpia utilizando agua y jabón neutro en la higiene diaria.
Limpiar bien las zonas del cuerpo que pueden sudar: pies, ingles y axilas.
Usar agua templada.
Evitar duchas largas.
Evitar sumergirse en jacuzzis o bañeras de hidromasaje.
Secar la piel con cuidado, sin frotar, dando suaves golpecitos para evitar irritaciones.

La higiene de las mucosas

La afectación de las mucosas, especialmente de la boca, es una consecuencia muy habitual en pacientes que siguen determinados tratamientos. Produce malestar y puede llegar a provocar dificultades a la hora de comer, beber y comunicarse de forma adecuada.

También es frecuente la existencia de boca seca, que se conoce como xerostomía. Puede aliviarse bebiendo líquidos a pequeños sorbos, realizando enjuagues suaves con agua o manzanilla, masticando chicles sin azúcar o tomando caramelos.

Recomendaciones para cuidar las mucosas

Mantener limpios, secos e hidratados los orificios de nariz, ojos y boca para evitar irritaciones y lesiones.
Cepillar los dientes y la lengua tras las comidas, empleando dentífrico y cepillo suave.
Para aliviar el escozor, enjuagar con agua o infusión de manzanilla la boca y los ojos.
Hidratar los labios aplicando cremas labiales, evitando la vaselina y el cacao.