Afrontar una enfermedad grave es una situación difícil tanto para la persona que la padece como para su entorno, sobre todo para su pareja. De un momento a otro todos los planes de futuro quedan relegados a un segundo plano y dan lugar a la incertidumbre, a la inseguridad y al miedo. En la mayoría de los casos, esta situación pone a prueba la relación.

¿Cómo suele afectar el diagnóstico de una enfermedad en la relación de pareja?

Las relaciones, en muchos casos, tienen roles asignados. La persona que escucha, la que tiene más capacidad de toma de decisiones, la emocional o la racional… En cualquiera de los casos, la más importante es que cada uno es el compañero de vida del otro, y en el momento en el que esa situación se ve amenazada es cuando los roles cambian, para bien o para mal.

El miembro de la pareja que no está sano pasa a adoptar, en líneas generales, un papel sobreprotector. Esto produce que la relación ya no sea como antes, porque tiene especial cuidado al decir las cosas, teme discutir porque no quiere hacer daño, puede estar pendiente en exceso de cómo se encuentra el otro, o incluso, llegar a tratarlo como a un niño. Por otro lado, lo mismo ocurre con el miembro enfermo, su papel suele consistir en ser la persona enferma que necesita un apoyo constante y puede llegar a tener una postura egoísta.

Si a todo esto, le unimos, que ya la rutina no va a ser la misma, como los planes comunes que solían tener, las salidas sociales, los viajes, la vida laboral, las constantes visitas a la consulta, entre otras cosas, dará lugar a que la carga en la relación de pareja pueda ser devastadora.

¿Cómo se puede afrontar mejor esta situación?

1. Comunicación. Saber cómo se siente el otro es fundamental. Dar cosas por hecho no hará más que empeorar lo que están viviendo. Es un trabajo en equipo, la pareja vive de manera similar lo que está ocurriendo, pero desde puntos de vista diferentes. El miedo, la ansiedad, la tristeza, e incluso la culpabilidad, son algunas de las emociones que los dominan a ambos. A uno por ser una carga, y al otro, por creer que no lo está haciendo bien. Por eso es importante abrirse y apoyarse mutuamente.

2. Emociones. Es totalmente normal llegar a un punto en el que no se puede más. Todos tenemos límites, que debemos aceptar y no ver como algo negativo. Incluso pedir ayuda, apoyarse en la familia, en los amigos, hacer un plan para desconectar… y ayuda profesional.

3. Vida en pareja. Hay que intentar seguir con una rutina similar a la que se tenía antes y no tratar al enfermo como si fuera un niño. Evidentemente, debe existir una adaptación, pero la pareja en sí debe intentar conservar aquello que ya tenían antes del diagnóstico e ir evolucionando juntos durante el proceso.

4. Sexualidad.  Las parejas suelen ser reservadas y no tratar este tema abiertamente. Lo mejor es hablarlo y buscar asesoramiento al respecto.

Links de interés

Instituto Nacional del Cáncer: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/infantil

Asociación Española Contra el Cáncer: https://www.aecc.es/es

Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM): https://aedem.org/

Sociedad Española de Psicooncología: http://sepo.es/v5/

Fuentes de información

EFE Salud: https://www.efesalud.com/cancer-amor-parejas/

Instituto Nacional del Cáncer: https://www.cancer.gov/espanol/cancer/sobrellevar/adaptacion-al-cancer/conyuge-o-pareja

Inteligencia en pareja: https://www.inteligenciadepareja.com/que-le-ocurre-a-la-pareja-cuando-aparece-una-enfermedad-grave-en-ellos/

Fundación del Corazón: https://fundaciondelcorazon.com/corazon-facil/blog-impulso-vital/2644-tu-pareja-esta-enferma-isabes-que-necesita.html

Amare (Asociación Malagueña de Artritis Reumatoide): https://www.amare.es/el-impacto-de-una-enfermedad-cronica-sobre-la-pareja/