¿Qué es el hígado graso?
El “hígado graso”, también denominado “esteatosis hepática” supone el depósito excesivo de grasa en el hígado (superior al 5%) que, según el estado y evolución, puede acabar generando inflamación, fibrosis, cirrosis e incluso cáncer de hígado. 1-4
La fibrosis hepática, desarrollada como consecuencia de los procesos inflamatorios que tienen lugar, provoca la sustitución del tejido hepático por tejido cicatrizal. Estas cicatrices son características de la enfermedad. Si la situación perdura, se pueden ver afectadas las células hepáticas (situación de necrosis), en esta etapa la enfermedad producida se denominada esteatohepatitis.1-4
La denominación correcta es hígado graso no alcohólico para diferenciarlo de la enfermedad hepática alcohólica (conocida como hígado graso alcohólico). Se trata de 2 enfermedades diferentes, con diferente origen, pero en las que las lesiones producidas a nivel celular son muy similares. 3-4
Mientras que en la enfermedad hepática alcohólica el responsable de la misma es la ingesta elevada de alcohol; el hígado graso no alcohólico se encuentra asociado a diferentes situaciones patológicas como obesidad, diabetes…y se puede desarrollar en personas con ingesta reducida o nula de alcohol. 3-4
La incidencia del hígado graso no alcohólico, ha ido aumentando prácticamente en paralelo con el aumento de la obesidad, diabetes y síndrome metabólico. Hoy día se la considera como la primera causa de enfermedad hepática a nivel global, pudiendo afectar en los países occidentales hasta al 25% de la población. 2
Diagnóstico
A pesar de su gran incidencia, y de ser motivo de trasplante en los estadios más avanzados, se trata de una enfermedad infradiagnosticada e infratrada. 2
El hígado graso no alcohólico transcurre en sus primeras etapas de forma asintomática, los afectados no tienen motivos para consultar al médico. Los primeros síntomas se pueden manifestar en forma astenia, debilidad y ocasionalmente molestias y/o dolor en lado derecho del abdomen. 2-5 En ocasiones, el motivo de sospecha es alteraciones/elevaciones de las transaminasas hepáticas determinadas por análisis de sangre. Lo característico es que no se trata de grandes elevaciones, pero sí de valores alterados que se mantienen en el tiempo.5
La prueba fundamental para el diagnóstico del hígado graso es la biopsia hepática, procedimiento mediante el cual se toma una muestra de tejido hepático y se valora su contenido en grasa. La biopsia permite descartar otras enfermedades, clasificar a los pacientes según el grado de evolución de la fibrosis y pronosticar de cierta manera su la evolución.5-7
La biopsia se ve complementada por:
- Examen físico
- Entrevista clínica
- Análisis de sangre
- Pruebas de imagen como la ecografía, la tomografía computerizada (TC), la resonancia magnética (RM) y la elastografía.. 5-7
Recomendaciones ante el hígado graso
A día de hoy, el hígado graso no tiene un tratamiento específico. 7 En líneas generales, se recomiendan medidas relacionadas con cambios en el estilo de vida (dietéticos y actividad física) y la actuación sobre factores asociados como puede ser la obesidad o la diebetes. 7 Se han utilizado: fármacos contra la resistencia a la insulina; fármacos que favorecen la pérdida de peso; fármacos hipolipemiantes para el control del colesterol o fármacos antioxidantes.7 En estadios muy avanzados de la enfermedad, con graves alteraciones de la función hepática, los afectados pueden llegar a ser considerados candidatos para trasplante hepático.7
La modificación del estilo de vida, principalmente la dieta y el ejercicio físico, son pilares fundamentales para corregir y evitar la progresión a cirrosis y carcinoma hepático. 7 En relación a los cambios dietéticos, básicamente se recomiendan dietas bajas en grasas e hidratos de carbono de absorción rápida (glucosa, fructosa o dextrosa, miel, azúcar, zumos de frutas, harinas refinadas, dulces, pan…) y con aumento de fibra y control del consumo de proteínas, especialmente las procedentes de la carne. Aunque se debe manejar cada caso de forma particular. Cada dieta debe de ser personalizada. 7-3
El hígado graso, factor de riesgo del cáncer de hígado
La enfermedad del hígado graso está asociada con el síndrome metabólico que es una causa creciente de cirrosis y cáncer de hígado.8,9 Se estima que el riesgo de padecer de cáncer de hígado en pacientes con hígado grado es hasta 3 veces mayor. 8-10
Este hecho determina la importancia de un diagnóstico precoz y un cuidadoso y especial seguimiento ante un diagnóstico de hígado graso no alcohólico.
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