Uno de los síntomas más habituales durante el tratamiento oncológico es la pérdida del apetito, también llamada anorexia.
Puede aparecer en cualquier momento del tratamiento o de la enfermedad; en el diagnóstico o como efecto secundario de los tratamientos. La anorexia puede llegar a perdurar una vez finalizada la terapia y sumarse a otros síntomas derivados de los tratamientos, que harán más difícil mantener una alimentación adecuada. Por ejemplo, la dificultad al respirar, masticar o engullir puede provocar más cansancio a la hora de comer, provocando también una disminución de la ingesta.
Es importante prestar especial atención si se prolonga en el tiempo, porque puede condicionar el estado nutricional del paciente.
Aunque no tengas hambre, es importante que comas pequeñas porciones de alimentos a las horas en que más te apetezca. No es tan importante la cantidad que comas en una sola toma, sino la cantidad que consigas comer a lo largo del día.
Por ello, plantéate pequeños objetivos que se puedan cumplir. Por ejemplo, comer medio yogur, tres almendras y dos fresas. Es necesario acumular pequeñas cantidades de alimentos de alta densidad nutricional a lo largo del día.
Los alimentos y preparaciones de alta densidad nutricional son aquellos que en muy poco volumen incluyen una gran cantidad de energía y nutrientes como:
Existen estrategias para aumentar la densidad nutricional de alimentos y elaboraciones. La mejor manera es enriquecer los platos con alimentos de elevado contenido energético y/o proteico como, por ejemplo:
Otra manera de ayudar a comer es teniendo alimentos a la vista que sean fáciles de comer y de picar. De esta manera, puedes incorporarlos con facilidad, aunque sea en pequeñas cantidades.
Finalmente, es importante intentar asegurar comidas completas, aunque sea en poca cantidad. Por ejemplo, lo que cabe en un plato de postres. La idea es que las comidas principales incluyan alimentos de los diferentes grupos: verduras (crudas o cocidas), farináceos (patata, arroz, pasta, legumbres...) y alimentos proteicos (carne, pescado, huevos y soja).
*Contenido extraído de la guía: Recomendaciones dietético-culinarias durante el tratamiento del cáncer de pulmón de la Fundación Alícia
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El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más graves y uno de los tipos de cáncer más frecuente en el ser humano.
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