Gestión emocional después del diagnóstico de cáncer

Controlar y ordenar mis emociones después del diagnóstico

Del mismo modo que el cáncer afecta tu salud física, también puede ocasionar una amplia variedad de emociones a las que no estás acostumbrado a enfrentarte. Asimismo, puede ocurrir que los sentimientos que se presenten parezcan más intensos y cambiantes, ya que pueden variar a diario, cada hora o incluso cada minuto.

Esto puede pasar durante el tratamiento o cuando lo hayas terminado, y no sólo al enfermo, también a un familiar o amigo de quien esté padeciendo la enfermedad. No te preocupes, todos estos sentimientos son completamente normales y son parte del proceso.

Expresa tus sentimientos

Hay personas que descubren que cuando expresan y comparten sentimientos intensos , como la ira o la tristeza, les ayudan a que estos se alivien o desaparezcan . Hablar con tus seres queridos, otros supervivientes de cáncer, grupos de apoyo o incluso con un psicólogo, puede ayudarte a resolver tus sentimientos. Pero incluso si prefieres no hablar sobre tu diagnóstico con otras personas, puedes aclarar tus emociones y sentimientos meditando sobre ellos.

Busca lo positivo

A veces esto significa buscar lo bueno incluso en los malos momentos, o tratar de tener esperanza en lugar de esperar lo peor. Intenta centrar tu energía en el bienestar y en lo que puedes hacer para mantenerte con la mejor salud posible.

No te culpes por padecer cáncer

Hay personas que piensan que tienen cáncer como resultado de algo que hicieron o no hicieron. Recuerda que desafortunadamente, cualquiera puede contraer cáncer. Tampoco intentes parecer entusiasta si en ese momento no lo estás, concédete tu tiempo para asimilar la nueva situación.

Tu eliges cuándo hablar sobre el cáncer

Enterarte de que tienes cáncer puede ser impactante , no sólo para ti, sino también para tus amigos y familiares. Todos tienen buenas intenciones, pero a menudo no saben qué decir o cómo actuar, por temor a decir algo inapropiado. Puede ser buena idea preguntarles cómo se sienten, para tranquilizarlos y poder así atender juntos las preguntas que surjan. Quizás no desees hablar sobre cómo tú o los demás os sentís, y está bien, tienes todo el derecho. Solo debes comunicárselo, ya que sólo tú decides cuándo hablar sobre tu enfermedad con ellos.

Encuentra formas de relajarte

Sea cual sea la actividad que te ayude a relajarte, tómate tu tiempo para hacerla. Meditación, e jercicios de respiración o visualización , son sólo algunas de las habilidades que han demostrado ser beneficiosas y han contribuido a ayudar a otros pacientes a superar el dolor o el estrés.

Mantente lo más activo posible

Si te sientes lo suficientemente bien, continúa con tu rutina diaria. Ir a trabajar, pasar tiempo con la familia y amigos, participar en actividades o hacer alguna escapada, te puede ayudar a centrarte en otras cosas que no sean el cáncer y tu preocupación sobre él. Practicar ejercicio suave , como caminar, hacer yoga o estiramientos también puede contribuir a que te sientas mejor física y mentalmente.

Dedica tiempo a hacer cosas que te gusten

Piensa en cómo quieres pasar tu tiempo, con quién, y en el tipo de cosas y actividades que te hacen feliz. Siempre que puedas, dedica tiempo a hacerlas. Disfruta de tus aficiones, y plantéate buscar y probar nuevos planes que te interesen, o por el simple hecho de divertirte.

Céntrate en lo que puedes controlar

Algunas personas dicen que tener tareas en su día a día, les ayuda a centrarse en lo que sí pueden controlar. Participar e implicarte en tu tratamiento médico, mantener tus compromisos y citas, y hacer algunos cambios en tu estilo de vida, son cosas que sí puedes controlar. Incluso ponerte una rutina diaria puede darte una sensación de control, que puede resultar beneficiosa.

Nadie es capaz controlar todos los pensamientos que nos vienen a la mente. De todos modos, debemos intentar no obsesionarnos con las cosas que tememos, y aprender a centrarnos en lo que sí está en nuestras manos y nos ayuda a disfrutar de los buenos momentos. En este caso, trata de centrarte en lo que sí puedes hacer para mantenerte con la mejor salud posible.