Particularidades del ejercicio físico en pacientes con cáncer de pulmón
El ejercicio físico ha demostrado, en el caso del cáncer de pulmón, mejorar la fatiga, la calidad de vida, el estado cardiorrespiratorio, la función pulmonar, la disnea, la masa y fuerza muscular o el estado psicológico en los pacientes con cáncer de pulmón.
Habiéndose demostrado, además, que los niveles de condición física (resistencia cardiorrespiratoria y fuerza muscular), son predictores independientes de supervivencia (es decir, que niveles buenos o malos de los mismos, se pueden asociar con la evolución de la enfermedad), aspectos que comparten con otros diferentes tipos de cáncer.
¿Cómo puedo mejorar mi actividad física y mi respiración siendo paciente de cáncer de pulmón?
A pesar de lo anterior, este tipo de pacientes presenta, con frecuencia, niveles insuficientes de actividad física y ejercicio, lo que puede contribuir al deterioro de la calidad de vida, reducción de la capacidad funcional y empeoramiento de los síntomas, particularmente disnea.
Los efectos secundarios del cáncer de pulmón que tienen influencia en la práctica de ejercicio físico, destacando un primer tipo de efectos (derivados del crecimiento de tumor), entre los que se encuentran:
- La disnea (o sensación de falta de aire al respirar)
- La tos o la disfagia (o dificultad para tragar)
Existe un segundo grupo (vinculado con la liberación de alguna sustancia o la activación del sistema inmune), entre los que se encuentran:
- La fatiga
- La pérdida de apetito y/o de peso
Estas particularidades hacen que la práctica de ejercicio físico deba ser supervisada, siempre que sea posible, por un educador físico deportivo.
La fisioterapia respiratoria
Además del ejercicio físico, la fisioterapia respiratoria es una medida fundamental, tanto para el preoperatorio, previniendo posibles complicaciones, como para el postoperatorio. La fisioterapia respiratoria tiene como finalidad mejorar la función respiratoria. Permite reducir el dolor tras la cirugía y disminuir las complicaciones postoperatorias como la fatiga y las dificultades respiratorias, presentes en un 75,7% de pacientes según el informe publicado por organismo europeo LuCE.
La fisioterapia respiratoria consiste en la realización de ejercicios que ayudan a movilizar el aire y favorecer la ventilación. Se trata de ejercicios de inspiración y espiración para ejercitar principalmente el diafragma (motor principal de la respiración) y la musculatura intercostal.
Además, en su práctica se puede acompañar del uso de un espirómetro de incentivo, que ayuda a fortalecer los músculos respiratorios y a mejorar la capacidad pulmonar, o bien de otros aparatos que facilitan la expulsión de mucosidad, en aquellas personas con muchas secreciones. De igual forma, es conveniente hacer ejercicios de movilidad torácica y de miembros superiores para una correcta expansión pulmonar.
A través de ejercicios de respiración y entrenamiento muscular, se consigue mejorar la respiración y la capacidad física general. Para ello, la atención y tratamiento individualizado en estos casos por parte de la unidad de fisioterapia respiratoria es muy recomendable para obtener los mejores resultados.
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Grupo VEnCE (Vive, Entrena, Cáncer Enfrenta), perteneciente a la Fundación UE (Universidad Europea).
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