¿Cómo combatir la fatiga en la esclerosis múltiple?
La fatiga es uno de los síntomas más comunes en los pacientes con esclerosis múltiple (EM) y tiene un gran impacto en la calidad de vida, llegando a limitar al 85% de los enfermos. El grado de fatiga depende de cada persona y de la actividad de la enfermedad, pero no viene desencadenada por la actividad física.
En la EM se distinguen dos tipos de fatiga:
- Primaria: es consecuencia directa de la EM y su actividad, es decir, del daño que provoca en el sistema nervioso central. La fatiga primaria engloba la lasitud, un cansancio que se vuelve insoportable y que no es consecuencia de ninguna actividad concreta, y la fatiga neuromuscular tras realizar cualquier actividad, por ligera que sea, como por ejemplo escribir. Otro factor que influye en la fatiga primaria es la sensibilidad al calor, ya que el incremento de la temperatura corporal favorece su aparición.
- Secundaria: este tipo de fatiga no tiene relación directa con el daño cerebral, sino que está asociada a otros factores, como las alteraciones del sueño, los efectos secundarios de la medicación, las infecciones o la depresión.
¿Cómo podemos combatir la fatiga?
Existen muchas maneras de combatir la fatiga y para saber cuál es la más adecuada lo mejor que podemos hacer es identificar su causa y comunicárselo al médico. Además, es importante que las personas que nos rodean comprendan qué es la fatiga y el impacto que tiene en nuestra calidad de vida.
Además, se pueden seguir las siguientes recomendaciones para ayudar a conservar energía y combatir los estados de fatiga:
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