La terapia dirigida es un tratamiento utilizado en pacientes de cáncer de pulmón que presentan mutaciones driver. Consiste en el uso de fármacos dirigidos específicamente hacia proteínas o genes alterados que se encuentran en las células tumorales.
Aunque las terapias dirigidas se caracterizan por su gran eficacia y buen perfil de seguridad, no están exentas de efectos adversos. Los más frecuentes son problemas en la piel (erupciones, sensibilidad a la luz, piel seca…), hipertensión arterial, sangrados o formación de coágulos, náuseas y cansancio, entre otros.
Es importante que el paciente esté alerta ante cualquier signo, y que le comunique a su médico cualquier sospecha de efecto secundario.
¿Cuáles son los efectos secundarios asociados a la terapia dirigida en el cáncer de pulmón?
La terapia dirigida, de precisión o personalizada es una opción de tratamiento utilizada para tratar ciertos casos de cáncer de pulmón. Su particularidad se debe a su acción específica en lo que se conoce como dianas biológicas, que son proteínas u otras sustancias que las células cancerígenas producen en gran cantidad, de forma alterada o que no están presentes en células normales. Estas dianas son el resultado de mutaciones genéticas que pueden presentar algunos tipos de tumores pulmonares, como en los genes EGFR, ALK, ROS1, RET y NTRK, entre otros. 1,2
La capacidad de estos fármacos de atacar y bloquear de forma específica las proteínas resultantes de las alteraciones genéticas consigue reducir el daño en los tejidos sanos.1,2
A pesar de poder respetar en gran medida a las células sanas, el tratamiento con terapias dirigidas puede llevar a la aparición de efectos secundarios. Estos efectos, su duración y su gravedad pueden variar enormemente de una persona a otra, dependiendo de varios factores como el medicamento utilizado y la propia persona.3
Es posible que el oncólogo decida administrar al paciente medicación complementaria para prevenir algunos de estos efectos, pero, dado que es una terapia que se ha desarrollado recientemente, pueden aparecer efectos secundarios infrecuentes o inesperados.3 Es recomendable que el paciente consulte a su médico y que le comunique cualquier indicio que le haga sospechar.3 Los efectos secundarios más frecuentes en otros tipos de terapia dirigida son:1,3
El tratamiento con estos medicamentos puede causar:
Los efectos secundarios más comunes son:
En casos más graves, puede haber inflamación de ciertos órganos o daños al hígado o al sistema nervioso.
Puede causar:
Los efectos secundarios graves son similares a los que aparecen en los fármacos utilizados contra ALK.
Es posible que aparezca:
También, puede dañar ciertos órganos como los pulmones, afectar al ritmo cardíaco, causar sangrados o dificultar la cicatrización.
Sus efectos leves y moderados son similares a los utilizados contra el gen RET, pero, en casos graves, puede provocar confusión o daños hepáticos y cardíacos.
También, existen medicamentos específicos contra las dianas de otros genes mutados, como KRAS, BRAF, MET o HER2. Además de éstos efectos secundarios específicos, uno de los más frecuentes es la aparición de problemas en la piel, que surgen a los días o semanas de tratamiento (no confundirlos con reacciones alérgicas, que se dan poco después de tomar la medicación). Esto se debe a que proteínas, como por ejemplo EGFR, también están en gran concentración en las células de la piel, por lo que pueden sufrir los efectos del fármaco.
Las alteraciones de la piel más comunes son:
El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más graves y uno de los tipos de cáncer más frecuente en el ser humano.
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