Una vez diagnosticado el cáncer de pulmón, debemos enfocarnos en su abordaje terapéutico.
El tratamiento seleccionado dependerá de varios factores como el paciente, el tipo de cáncer, el estadio de la enfermedad, entre otros. El equipo médico tendrá en cuenta todas estas variables para decidir cuál es el tratamiento que se ajusta mejor a cada caso.
Entre las opciones existentes se encuentran la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia, la inmunoterapia, la terapia dirigida, la terapia paliativa y otras más; cada una con sus ventajas, efectos secundarios asociados y casos donde su uso puede estar o no recomendado.
¿Cuáles son los tratamientos del cáncer de pulmón?
¿En qué consisten estos tratamientos y cómo actúan?
Ante un diagnóstico de cáncer de pulmón, se presentan varias opciones de tratamiento. No todas las personas reaccionan o evolucionan de igual forma ante el mismo tratamiento, ya que hay varios factores que pueden condicionarlo: 1
El equipo médico multidisciplinar (oncólogos, neumólogos, cirujanos torácicos, especialistas en medicina nuclear, radiólogos, enfermeros y farmacéuticos oncológicos, patólogos, radioterapeutas y otros expertos) llevará a cabo su elección de tratamiento desde un enfoque multidisciplinar.2
Al paciente se le efectuará un seguimiento cercano, tanto de la evolución del cáncer como de su estado de salud, pudiendo considerar un cambio de tratamiento si se considerase necesario.1
Los tratamientos más habituales, cada uno con sus escenarios de mejor uso y su balance de riesgo-beneficio, son1:
A su vez, existen cuidados relativos a otras áreas y disciplinas que pueden complementar el tratamiento farmacológico como es la terapia física (en casos de rehabilitación), terapia nutricional, psicológica o espiritual y el asesoramiento legal o laboral.1
Dentro de las principales terapias utilizadas contra el cáncer de pulmón se destacan las siguientes:1,3,4,5
Esta opción de tratamiento se suele aplicar en casos donde el cáncer de pulmón ha sido diagnosticado en un estadio temprano y con poca o ninguna extensión en otras partes del cuerpo.
La porción de pulmón extraída dependerá del tamaño del tumor y lu localización, pudiendo ser:
La cirugía suele acompañarse de quimioterapia o radioterapia. Si se aplica antes de la operación se conoce como terapia neoadyuvante y el objetivo es reducir el tamaño del tumor. Si se aplica después, es para destruir posibles células cancerígenas remanentes y se le llama terapia adyuvante. Puedes leer más sobre cirugía aquí.
Consiste en una serie de fármacos que ralentizan el crecimiento y reproducción de las células cancerosas; aunque también pueden afectar a las células sanas. Se puede administrar antes de una cirugía para reducir el tamaño del tumor. También se puede aplicar después de la operación, en casos donde no sea factible o de forma combinada con la radioterapia.
Esta terapia se puede administrar de forma oral o intravenosa (la más común), y suele llevarse a cabo en ciclos de tratamiento, que consiste en recibir la medicación en el hospital cada X semanas, dejando un descanso entre bloque y bloque de sesiones. Puedes leer más sobre quimioterapia aquí.
Esta terapia consiste en el uso de rayos X de alta energía u otro tipo de radiación para destruir células cancerosas. En el cáncer de pulmón, se puede aplicar desde fuera del cuerpo (disminuyendo la exposición del tejido sano circundante) o directamente en las vías respiratorias cuando existe afectación en este punto (braquiterapia). Puedes leer más sobre radioterapia aquí.
En el cáncer, las células tumorales pueden expresar, en gran cantidad, proteínas en su superficie que dificultan que nuestro sistema inmune las reconozca y las destruya, como PD-L1 o CTLA-4. La inmunoterapia, a diferencia de los tratamientos mencionados, no ataca al tumor directamente, sino que busca estimular nuestro sistema inmune para que sea capaz de reconocer y atacar únicamente a estas células cancerígenas. Puedes leer más sobre inmunoterapia aquí.
En el cáncer de pulmón no microcítico, aunque también en el microcítico, las células afectadas pueden tener una mutación driver que favorezca su crecimiento y supervivencia, generalmente en genes implicados en estas funciones (EGFR, ALK, ROS1…). Estos genes mutados producen proteínas alteradas que pueden ser detectadas y atacadas de forma específica mediante fármacos biológicos como anticuerpos monoclonales, lo que bloquea estos mecanismos de supervivencia de las células cancerígenas. Puedes leer más sobre terapia dirigida aquí.
Combinación de dos o más agentes terapéuticos para combatir los mecanismos específicos del tumor. Puedes leer más sobre terapia combinada aquí.
El objetivo de este tratamiento es aliviar el sufrimiento del paciente y otros problemas que puedan surgir de su enfermedad. Suelen tomar importancia en casos donde, a pesar de los grandes avances de la medicina y la investigación, no es posible controlar la patología.
Durante todo el proceso, aunque especialmente llegando a los momentos finales de la vida del paciente, los cuidados paliativos buscan aportar herramientas médicas, psicológicas, sociales y espirituales para acompañar al paciente, aliviar su sufrimiento y hacer estos momentos lo más llevaderos posible. Puedes leer más sobre cuidados paliativos aquí.
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