Recomendaciones dietético-culinarias: gestionar la diarrea

Durante el tratamiento, principalmente cuando se realiza la quimioterapia, puede aparecer la diarrea como efecto secundario. También puede darse cuando se administran antibióticos u otros fármacos. La diarrea es la evacuación intestinal de heces flojas y líquidas tres o más veces al día. Suele aparecer los días posteriores a la quimio y aunque en general suele ser puntual y dura pocos días, en algunos casos puede prolongarse, por lo que deberá consultarse con el equipo médico de referencia.

¿Qué alimentos y bebidas pueden ayudarme con la diarrea, y cuales pueden ser sus complicaciones?

La deshidratación puede ser una complicación derivada de la diarrea. Lo más importante cuando se sufre diarrea es intentar mantener una hidratación correcta, por lo que es importante seguir las siguientes recomendaciones:

• Se recomienda beber mucho líquido (agua, infusiones, caldos suaves, bebidas isotónicas, agua con un poquito de zumo de limón, una pizca de sal y una pizca de azúcar), en forma de pequeños sorbos durante el día.
• Tomar preferentemente los líquidos y los alimentos a temperatura ambiente. Los alimentos muy calientes o fríos pueden agravar los síntomas
• Realizar comidas frecuentes a lo largo del día en pequeños volúmenes (entre cuatro o cinco pequeñas comidas al día). Es mejor comer poco muchas veces que comer mucho de una sola sentada.
• Intentar limitar todos aquellos alimentos ricos en fibra, como las verduras y hortalizas, las legumbres, los cereales integrales, las frutas crudas y los frutos secos.
• En el caso de la fruta y la verdura:
  •  Tomar fruta sin piel, cocida, en compota, en su jugo, en almíbar o en zumos colados. Las más indicadas son la manzana rallada, cocida o en compota; el plátano maduro; la pera madura, cocida o en compota; el melocotón en almíbar; el membrillo, y el limón.
  • Empezar por la patata y la zanahoria cocida, seguido de calabacín sin piel ni semillas también cocido, e ir probando tolerancia al resto, siempre cocidas y en pequeñas cantidades, acompañandolas de arroz y otros alimentos astringentes.
• Empezar probando con alimentos según la tolerancia: pan tostado tipo biscotte, palitos de pan, carne (pollo a la plancha a baja temperatura, sin que se dore demasiado), pescado (hervido, vapor, papillote), huevos (tortilla a la francesa), jamón york, pasta, arroz y sémolas de arroz, trigo y tapioca, galletas tipo maría, etc.
• Utilizar cocciones sencillas (hervido, plancha, vapor y horno), que son más fáciles de digerir.
• Limitar los alimentos ricos en grasa: mantequilla, margarina, manteca de cerdo, mayonesa, nata, crema de leche y productos de pastelería, entre otros.
• Evitar la leche o los productos que contengan lactosa. En función de la tolerancia, se pueden introducir poco a poco. Probar los lácteos sin lactosa o los yogures contengan muy poquita.
• Evitar el café, el chocolate, el alcohol, el té fuerte, el zumo de ciruelas y los condimentos irritantes, como la pimienta, el curri y la guindilla.

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Contenido extraído de la guía: Recomendaciones dietético-culinarias durante el tratamiento del cáncer de pulmón de la Fundación Alícia.