Los tests de secuenciación genómica se realizan en una simple muestra de tejido obtenida en una biopsia de un tumor primario o metastásico realizada previamente. En caso de no disponer de tejido suficiente de una biopsia anterior es necesario realizar otra. También es posible que el médico recomiende repetir la biopsia para obtener una muestra más reciente, especialmente si ya se ha recibido tratamiento.
Existen técnicas de secuenciación de última generación que pueden identificar los cuatro tipos de alteraciones existentes en los 315 genes relacionados con el desarrollo del cáncer.
Esta información es analizada por un grupo de expertos que interpreta los datos obtenidos y elabora un informe sobre el perfil genómico y las posibles opciones de tratamiento y de ensayos clínicos en función del mismo.
El médico recibe un informe que le permite conocer todas las posibilidades de tratamiento oncológico existentes para el perfil genómico concreto de ese tumor y los ensayos clínicos existentes con nuevas terapias dirigidas.