Antiguamente, el cáncer de mama se detecta como una sola enfermedad, pero se ha descubierto que en realidad existen muchos subtipos diferentes de cáncer de mama, que trata tratarse de forma diferente.
En la actualidad se conoce mucho mejor el cáncer de mamá gracias al conocimiento de las características biológicas y genéticas de las células tumorales.
Desde este conocimiento, y de la información que los patólogos nos dan en el estudio del tumor, se puede clasificar el cáncer de mama en tres tipos según expresan o no receptores específicos. Los receptores son un tipo de proteína que se encuentra en la membrana de las células. A ellos se lesen diferentes moléculas que alcanzan hasta las células tumorales a través de la sangre, y que son las responsables de activar o no funciones en la célula como el crecimiento o la proliferación.
De forma general, podemos hablar de tres tipos distintos de cáncer de mama según sean los receptores de las células tumorales.
El 80% de los tumores de mamá son HER2-negativos y de ellos un 40% presenta criterios de agresividad. Por ello, 88 oncólogos españoles han contribuido a establecer la definición del "Cáncer de mamá HER2-negativo agresivo" ya elaborar un documento titulado "Consenso sobre cáncer de mamá agresivo HER2 negativo en primera línea de quimioterapia" que se presentó en la Simposio de SEOM de 2014.
Aunque no existe ningún parámetro que indique por sí solo, ni de una forma segura, que un cáncer de mama metastásico HER2 negativo vaya a evolucionar de una forma agresiva, existen características que sí tienen evidenciar que se puede tratar de enfermedad agresiva.
Estos indicios son los siguientes:
- La localización de múltiples metástasis en los órganos fundamentales (como el cerebro o el hígado) y / o que afecten determinadas funciones vitales críticas (neurológica, respiratoria, cardíaca, hepática o medular –producción de células sanguíneas–).
- Que el cáncer de mama haya recaído (o reaparecido) en los dos primeros años tras la intervención quirúrgica, o incluso que comenzó durante el tratamiento quimioterápico.
- Los "triples negativos", llamados así porque sus células tumorales no presentan receptores hormonales, ni el receptor HER2 y que también pueden crecer rápidamente.
- La rápida sucesión de síntomas clínicos o un rápido diagnóstico del estado general de la paciente.
El tipo de tratamiento y el objetivo terapéutico para un paciente con enfermedad agresiva es diferente al que tiene en cuenta para el resto de pacientes, ya que se necesita un control más rápido de la enfermedad. Por ello, el oncólogo debe diseñar el mejor tratamiento posible adaptado a cada paciente en particular, en base a las características biológicas y genéticas del tumor, lo que permite conocer la mayor o menor sensibilidad a los diferentes tipos de tratamiento.
En este sentido, aunque la quimioterapia es la opción de tratamiento más eficaz en el cáncer de mama agresivo HER2 negativo, la elección del tratamiento de los pacientes dependientes de factores importantes, como el uso previo de quimioterapia en otras fases más precoces de la enfermedad, gravedad de los síntomas derivados de la enfermedad agresiva, el estado general de la paciente, coexistencia de otras enfermedades, preferencias de la paciente, etcétera. Además, el tratamiento del subtipo de tumor, el tratamiento elegido puede combinarse con otros tipos de tratamiento más específicos (como los tratamientos biológicos o tratamientos dirigidos) que pueden potenciar su efecto antitumoral.
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Preguntas más frecuentes sobre Cáncer de Mama Agresivo Her2 negativo