Tratamiento del Linfoma
Radioterapia
¿En qué consiste?
La radioterapia consiste en la utilización de rayos X. Estos rayos van dirigidos hacia las células de linfoma para destruirlas. El haz de radiación debe ir dirigido exactamente a la zona a tratar, para que llegue a todas las células de linfoma y destruya el menor número de células sanas posible.
Para ello, la máquina debe adaptarse a la zona a tratar. Te harán varias marcas en la piel con un rotulador especial. De este modo se asegura exactamente que se está tratando el área correcta.
Otras partes del cuerpo se pueden proteger con láminas de metal especiales, para evitar que los rayos X penetren en determinadas zonas.
Si la zona a tratar es la cabeza o el cuello, se te pondrá un casco de metal preparado especialmente para ti.
¿Cuánto dura el tratamiento?
Normalmente dura unos minutos y no es doloroso.
¿Me afectará la radiactividad?
No. No te afectará ni durante ni después del tratamiento.
¿Con qué frecuencia tengo que recibir radioterapia?
Se te administrará normalmente un tratamiento al día. El número de tratamientos varía de una persona a otra. Los tratamientos se suelen administrar todos los días, durante 2 a 6 semanas, excepto los fines de semana.
Efectos secundarios
La radioterapia puede hacer que te encuentres cansado inmediatamente después del tratamiento. El cansancio también aumenta con el tiempo. Puede que te sigas encontrando cansado durante una temporada, incluso después de finalizar todos tus tratamientos.
Puede que te sientas un poco mareado, pero este efecto suele desaparecer rápidamente. Si te sientes mareado. Hay fármacos contra el mareo. Consulta los consejos para las náuseas más abajo.
Podrás notar que tienes la piel muy sensible, más o menos como cuando tienes una quemadura solar. El equipo del hospital te indicará cómo debes cuidarte la piel. Pueden proporcionarte una pomada especial. Cúbrete las áreas irritadas de la piel cuando salgas, para protegerlas del sol y del viento. Utiliza una crema de protección solar, si te lo recomiendan.
Puedes perder pelo si las radiaciones entran o salen de tu organismo a través de una zona vellosa.
Puedes tener diarrea o estreñimiento si estás recibiendo radioterapia en el abdomen. El mareo puede ser un problema si se está tratando el abdomen. Si tienes diarrea, bebe mucho líquido. Consulta los consejos para la diarrea más abajo.
Si la zona que se está tratando es la garganta o el cuello, podrás notar sequedad o llagas en la boca. También puedes tener dificultades para tragar.
Si tienes sequedad o dolor de garganta, bebe con regularidad. Come alimentos blandos. Se pueden utilizar colutorios y sprays para aliviar estos efectos. Consulta los consejos para el cuidado de la boca más abajo.
En caso de tener alguna de estas molestias consulta con tu médico.
Quimioterapia
¿En qué consiste?
El objetivo de la quimioterapia es destruir todas las células de linfoma que haya en el organismo.
Para ello, se elige una combinación de fármacos . La elección de los fármacos depende del tipo de linfoma que tengas, dónde está localizado, tu edad, etc.
La cantidad de fármacos que recibas y la frecuencia con que se administran se denomina régimen de tratamiento. El nombre que reciben los regímenes de tratamiento suele estar compuesto por las iniciales de los fármacos que incluyen.
¿Por qué tengo que recibir una mezcla de fármacos?
Los fármacos que incluye un cóctel actúan de diferentes maneras. Por ejemplo, un fármaco puede impedir que las células de linfoma se sigan alimentando, para que así mueran las células existentes. Otro fármaco puede interferir con las células de linfoma cuando están a punto de dividirse y de este modo no podrán hacerse más numerosas.
Voy a recibir esteroides. ¿Significa que voy a tener muchos músculos?
Los esteroides que se utilizan para tratar el linfoma no son los mismos que los anabolizantes que están prohibidos en los deportes. El tratamiento esteroide que recibas puede hacer que tengas más apetito y ganes peso temporalmente.
¿Qué es un transplante de células madre?
A veces, es necesario administrar una cantidad extraordinaria de fármacos quimioterápicos. Esto significa que la médula ósea tarda mucho más tiempo en volver a producir células sanguíneas. Por consiguiente, antes de administrar la quimioterapia, se recogen células madre de la sangre. Después de terminar la quimioterapia, se reintroducirán estas células en tu organismo, mediante una transfusión, y se volverán a implantar en la médula ósea.
¿Qué es una celula madre?
Una célula madre es una célula sanguínea que se encuentra en una fase inicial de desarrollo. El organismo no ha decidido todavía si esta célula va a ser un glóbulo rojo, un glóbulo blanco o una plaqueta. Las células madre son muy útiles tras la administración de quimioterapia a dosis altas. Se reintroducen en la sangre y el organismo las convierte en el tipo de células que más necesita.
Cómo se administra la quimioterapia
Los fármacos quimioterápicos se preparan frecuentemente en forma de solución. Se pueden inyectar o administrar gota a gota, en una vena del brazo, desde una bolsa de plástico que contiene el fármaco, por medio de un catéter ( cánula estrecha) y una aguja.
La cánula, o catéter, se deja insertada todo el tiempo que dure el tratamiento, que puede ser entre 3 y 6 meses. Esta cánula se conoce como catéter de Hickman o catéter central. El equipo del hospital comentará contigo el método que planean utilizar. Puedes hacer todas las preguntas que quieras.
Se pueden administrar otros medicamentos,por vía oral.
Pérdida de pelo
¿Perderé el cabello?
Lo más probable es que sí. Los fármacos que se utilizan para destruir las células de linfoma dañarán también a otras células de crecimiento rápido, como es el caso de las células del pelo.
¿Perderé todo el cabello?
La mayoría de las personas pierden todo el pelo. En otros casos, el pelo se debilita o puede caerse de manera irregular. El pelo que queda puede ser muy débil.
¿Cuándo empezará a crecer?
Suele empezar a crecer aproximadamente de 2 a 3 semanas después del primer tratamiento de quimioterapia.
¿Volverá a crecer bien?
Sí, pero puede que no sea exactamente el mismo que antes. A veces el pelo nuevo puede ser más espeso, ondulado o puede ser de diferente color.
¿Cuánto tiempo tardará en volver a crecer?
Crecerá al mismo ritmo que antes. Esto significa que entre 3 y 6 meses después de terminar el tratamiento, tendrás una cabellera nueva.
¿Qué hay de las pelucas?
Algunas personas deciden llevar una peluca. La peluca no interferirá en el crecimiento del pelo nuevo.
¿Qué sucede con el pelo de otras partes del cuerpo?
En otras partes del cuerpo, el pelo no crece tan rápidamente como en la cabeza. El tratamiento puede afectar, o no, al pelo de otras zonas del cuerpo. Dependerá de los fármacos que recibas y de la cantidad y la frecuencia con que se administran. De todos modos, el pelo de las otras partes del cuerpo volverá a crecer.
Intenta cortarte el pelo antes de que se te empiece a caer. Te acostumbrarás a tener menos pelo.Asimismo, tus amigos y familiares se acostumbrarán a verte con el pelo corto.
Usa un cepillo de cerdas blandas y un champú suave.
Cuando observes que se te empieza a caer el pelo, córtate el resto del cabello. Normalmente proporciona un mejor aspecto.
No te afeites la cabeza, puesto que los pequeños cortes que te puedas hacer podrían infectarse.
Evita utilizar secadores y rulos de calor. Evita las permanentes y los tintes, puesto que debilitan el cabello.
Si quieres llevar peluca, procura acudir al peluquero antes de que se te empiece a caer el pelo. De este modo, será más fácil adaptar la peluca al color de tu cabello y tu peinado habitual, si así lo deseas.
Algunas chicas prefieren llevar un pañuelo o un turbante. Otras prefieren no llevar nada en la cabeza. Algunos chicos optan por llevar una peluca, otros una gorra de béisbol o un sombrero, mientras que otros prefieren llevar la cabeza al descubierto.
En invierno, es recomendable que te pongas un sombrero cuando salgas a la calle. En verano, debes ponerte una crema con factor de protección solar alto y llevar una gorra o sombrero.
Infecciones
¿Por qué la quimioterapia hace que sea más propenso a coger infecciones?
Los fármacos destruyen otras células, no sólo los linfocitos. Las otras células, particularmente los neutrófilos, te protegen de las infecciones.
¿Cuándo tengo más probabilidades de ponerme enfermo?
Aproximadamente de 7 a 10 días después del tratamiento con quimioterapia. El recuento de neutrófilos empieza a disminuir después del tratamiento y alcanza su valor más bajo aproximadamente 10 días después. A partir de entonces, la médula ósea se recupera y empieza a producir neutrófilos de nuevo.
¿Cómo puedo evitar las infecciones?
Sigue todas las recomendaciones que te proporcionen en el hospital. Lee la sección sobre higiene adecuada que figura a continuación. Si tienes fiebre o no te encuentras bien, contacta ese mismo día con tu médico de cabecera o el hospital. Lee la sección correspondiente a fiebre que encontrará en esta misma página.
Higiene corporal adecuada
Consejos
- Báñate o dúchate todos los días. Lávate y sécate muy bien las zonas donde la producción de sudor es mayor, por ejemplo,debajo de los brazos y entre las piernas. Esto ayudará a controlar las bacterias de la superficie de la piel.
- Lavate bien las manos después de ir al servicio.
- Lávate muy bien las manos antes de comer.
- Procura evitar hacerte cortes y rasguños. Si ya te has hecho alguno, comprueba que no está infectado, irritado o inflamado.
- Límpiate el ano de delante hacia atrás después de evacuar. Si tienes diarrea, lávate muy bien el ano después de ir al servicio. Lee la sección sobre diarrea más abajo.
- Córtate las uñas de las manos y los pies con extremada precaución. No te las cortes demasiado, porque podrías hacerte daño y provocar una infección.
- La quimioterapia puede producir alteraciones de la regla, lee la sección correspondiente a fertilidad y sexo. Utiliza compresas, en lugar de tampones, si tienes la regla cuando tu recuento de leucocitos es bajo.
- No te afeites si tienes neutropenia. La piel puede estar más seca de lo habitual. Usa jabones y champús sin perfume, suaves o neutros. Un aceite de baño suave, para mantener la piel suave y flexible.
- Si llevas pendientes, ten mucho cuidado para mantener los agujeros limpios. Si quieres hacerte agujeros en las orejas, no lo hagas ahora. Espera hasta que estés seguro de que has terminado el tratamiento.
Cuidado de la boca
Igual que las células del linfoma y las células del pelo, las células de la boca se dividen rápidamente. Por consiguiente, la quimioterapia puede afectar también a estas células. Pueden salirte úlceras y llagas en la boca.
El mayor riesgo se encuentra entre 7 a 10 días después del tratamiento con quimioterapia y a partir de entonces puede seguir existiendo un riesgo hasta que tu recuento de leucocitos vuelva a la normalidad.
Una pequeña herida, a la que normalmente no le darías ninguna importancia, puede ser ahora el origen de una infección grave.
Si notas que te salen llagas o úlceras en la boca, debes decírselo inmediatamente al médico o la enfermera. Se pueden tratar muy rápidamente y de este modo no empeorarán demasiado.
Lávate los dientes y la boca con mucha suavidad después de las comidas y antes de acostarte.
Utiliza un cepillo dental de nylon suave y cabezal pequeño.
Acude al dentista para que te haga una revisión. Dile que estás recibiendo tratamiento con quimioterapia para linfoma.
Si llevas aparato dental, debes consultar con tu médico y dentista antes de iniciar el tratamiento. Puede que te recomienden que dejes de llevarlo durante una temporada.
Si sigues llevando aparato dental, límpialo después de todas las comidas y tentempiés.
El uso de crema protectora labial o vaselina puede ayudar a prevenir la sequedad de los labios.
Bebe mucha agua si tienes la boca seca.
Evita las comidas picantes y saladas, ya que pueden empeorar el estado de tu boca.
Alteraciones del gusto
La comida puede tener un sabor peculiar mientras estás recibiendo el tratamiento con quimioterapia. No te preocupes, puesto que volverás a recuperar el sentido del gusto.
Muchas personas notan que las galletas y la cerveza siguen conservando su sabor.
Fiebre
Independientemente de las precauciones que tomes, puedes contraer una infección.Comentalo con tu médico si te encuentras mal. Tómate la temperatura.Un aumento de la temperatura es un signo de infección
La temperatura corporal normal es de 37 grados centígrados (ºC).
SI no te encuentras bien o notas calor o sofocos, tómate la temperatura utilizando un termómetro.
Si tu temperatura oscila entre 38ºC y 38,5ºC, tómatela de nuevo al cabo de media hora.
Si sigue aumentando, llama inmediatamente al hospital.
Si no tienes fiebre, pero te sigues encontrando mal, díselo al médico.
No tomes ningún medicamento que lleve paracetamol para intentar bajar la fiebre. Espera hasta que te lo indique el médico que sabe que tienes linfoma.
No tomes NUNCA aspirina ni ningún medicamento que contenga aspirina, puesto que afecta a la coagulación sanguínea. Cuando tu recuento de plaquetas es bajo, la aspirina puede provocar una hemorragia interna grave.
Problemas digestivos
Las náuseas son una sensación de malestar.
Los vómitos son la consecuencia de las náuseas.
“Me dijeron que era posible que vomitase, pero no fue así. Me encontré bien la mayoría de las veces”.
¿Vomitaré?
La quimioterapia puede provocar náuseas y vómitos. No todas las personas tratadas con quimioterapia manifiestan este efecto.
¿Tendré náuseas y vómitos todo el tiempo?
Las náuseas no suelen durar más de 12-24 horas, en el caso de que se produzcan.
¿Se puede hacer algo?
Sí. Hay píldoras o inyecciones muy eficaces para tratar las náuseas y vómitos, que puedes tomar. Recuerda que debes informar a tu médico o enfermera si te has encontrado mal últimamente.
¿Qué puedo hacer para superar este efecto?
Prueba algunos de los consejos que te han proporcionado otros jóvenes que tienen el mismo problema. Algunos de ellos pueden servirte de ayuda.
Sigue bebiendo aunque te encuentres mal. Si no lo haces, puedes sentirte incluso peor.
Chupa cubitos de hielo. Bebe agua con gas.
Come poco, pero con más frecuencia.
Come lentamente. No mires a otras personas mientras están comiendo.
Evita el olor de la comida mientras se está haciendo.
Distráete oyendo música, viendo la televisión, con juegos, cartas, etc.
Si notas un sabor extraño en la boca mientras estás recibiendo una medicación, intenta chupar un caramelo de menta o limón.
Estreñimiento
¿Por qué estoy estreñido?
Hay diversos motivos posibles. Algunos fármacos quimioterápicos pueden provocar estreñimiento. Determinados analgésicos también pueden dificultar el tránsito intestinal. Quizá se deba también a que estés bebiendo y comiendo menos de lo habitual o porque probablemente estás menos activo de lo normal.
¿Qué puedo hacer para combatir el estreñimiento?
Asegúrate de beber, como mínimo, dos litros al día. Informa a tu médico o enfermera.
Me hablaron de muchos efectos secundarios de la quimioterapia – afortunadamente no los he experimentado todos, pero parece que mis intestinos tardan siglos en normalizarse”
Come más alimentos ricos en fibra, tales como copos de salvado, frutas y verduras frescas, habas cocinadas, etc.
Intenta pasar el mayor tiempo posible fuera de la cama y moviéndote.
Las bebidas templadas pueden ser eficaces.
Diarrea
¿Por qué tengo diarrea?
Hay principalmente dos posibilidades:
Las células que tapizan los intestinos se dividen rápidamente y, por consiguiente, resultan afectadas por la quimioterapia. Esto puede dar lugar a la diarrea.
Tienes una infección porque tu recuento de neutrófilos es bajo.
¿Y qué puedo hacer?
Informa a una enfermera o médico. Si la diarrea está provocada por una infección, te pueden prescribir antibióticos.
Asegúrate de beber mucho líquido.
Reduce temporalmente el consumo de fruta fresca.
Come menos, pero con más frecuencia.
Evita comer fritos.
Un baño caliente puede aliviarte si tienes el ano irritado.
Lávate muy bien las manos.
Comer bien
Comer bien significa que puedas desarrollar células fuertes, nuevas y sanas.
Puede que algunas comidas que te solían gustar ya no te sepan tan bien.
Si una de las medicaciones que estás tomando es un esteroide, podrías ganar peso y tener buen apetito.
Tu dieta deberá ser bien equilibrada y deberá incluir muchas proteínas, féculas, vitaminas, minerales y fibra.
Debes evitar las comidas tales como queso blando, paté y yogur con bífidus activo mientras tu recuento sanguíneo sea bajo.
Debes comer cuando tengas hambre. No pienses que tienes esperar hasta la hora de la comida.
Come más los días que tengas buen apetito.
Cuando estés en el hospital, pide a tus amigos y familiares que te traigan tu comida favorita.
Intenta comer con otras personas.
El chocolate caliente o los batidos de leche fría son apropiados cuando no te apetezca ingerir alimentos sólidos.
Tratamiento del Linfoma no Hodgkin
Existen diferentes tipos de tratamientos disponibles. La elección de uno u otro dependerá del estadio, subtipo histológico, edad y estado general del paciente.
Los tratamientos principales para el LNH son la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia. A menudo se recurre a una combinación de estos tratamientos. En ocasiones, pueden considerarse también la cirugía o el trasplante de células madre.
Vigilancia activa
En los linfomas indolentes, si el estado general es bueno y la enfermedad no causa síntomas, puede no ser necesario el tratamiento. El paciente estará sometido a una vigilancia activa que consiste en una supervisión médica basada en pruebas y exámenes físicos de manera periódica. El tratamiento será necesario si las pruebas o los síntomas indican que el cáncer está progresando.
Puede producirse una transformación de la enfermedad a una forma más agresiva (alrededor de un 5-10% / año), lo que puede hacer necesario repetir la biopsia del ganglio.
Quimioterapia
El régimen de quimioterapia que se utiliza dependerá del estadio y del tipo de LNH. El régimen CHOP es la combinación de quimioterapia utilizada con mayor frecuencia en el tratamiento inicial del LNH. Incluye cuatro fármacos: ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona. Se ha demostrado que añadir rituximab (anticuerpo monoclonal) a la quimioterapia en el tratamiento de los linfomas de células B proporciona mejores resultados que la quimioterapia CHOP como único tratamiento.
La quimioterapia presenta efectos secundarios los cuales varían en función del fármaco, la dosis, la duración del tratamiento, el paciente, etc. Es necesario controlar los efectos secundarios antes, durante y después del tratamiento.
Radioterapia
En general se administra en aquellos casos en los que el LNH está localizado en una sola área del cuerpo o si existe un ganglio linfático particularmente grande. Suele administrarse después de la quimioterapia o como complemento a la misma. A veces, se utiliza también como tratamiento paliativo para disminuir el dolor o mejorar determinados síntomas.
La radioterapia presenta efectos secundarios como fatiga y reacciones leves en la piel. La mayoría de estos efectos secundarios desaparecen una vez finalizado el tratamiento.
Anticuerpos monoclonales
Rituximab es un anticuerpo monoclonal que se utiliza para el tratamiento de muchos tipos diferentes de linfoma de células B. Actúa uniéndose a una molécula llamada CD20 que se encuentra en la superficie de casi todas las células B y linfomas de células B. Cuando el anticuerpo se une a esta molécula, algunas células del linfoma mueren y otras son más susceptibles al tratamiento con quimioterapia. Rituximab es eficaz por si solo pero la investigación clínica ha demostrado que los resultados son mejores cuando se combina con quimioterapia.
El Rituximab se administra también después de una remisión en los linfomas indolentes para aumentar su duración.
Trasplante de progenitores hematopoyéticos
El trasplante de progenitores hematopoyéticos es un tratamiento agresivo y generalmente se indica únicamente a pacientes con LNH cuya enfermedad es progresiva o recurrente. Sin embargo, en algunos subtipos de LNH, como el linfoma de células del manto y algunos linfomas de células T, el trasplante de progenitores hematopoyéticos puede recomendarse para evitar que vuelva a aparecer.
Existen dos tipos de trasplante de células madre o progenitores hematopoyéticos, según el origen de las células madre sanguíneas de reemplazo: alogénico (ALLO) y autólogo (AUTO). Las células que se usan en los trasplantes AUTO provienen de los mismos pacientes, mientras que las que se usan en los trasplantes ALLO provienen de donantes sanos compatibles.
En ambos tipos, el objetivo del trasplante es destruir células cancerosas en la médula ósea, la sangre y otras partes del cuerpo, y permitir que los progenitores hematopoyéticos creen una médula ósea sana. El paciente es tratado con dosis altas de quimioterapia y/o radioterapia para destruir la mayor cantidad posible de células cancerosas y a continuación es trasplantado.
Tratamiento de los LNH indolentes o de bajo grado
Estadio I y II
Sólo el 15-30% de los pacientes se presentan en estadios iniciales. El tratamiento consiste en radioterapia o bien la quimio-radioterapia con combinaciones de CHOP y radioterapia de la zona afectada. Con este tratamiento se puede alcanzar una supervivencia superior al 60% a los 10 años.
Estadios III y IV
El tratamiento en estos estadios puede variar:
Vigilancia activa , quimioterapia, radioterapia o terapias biológicas con anticuerpos monoclonales (Rituximab) o la radioinmunoterapia.
La decisión debe basarse en el crecimiento tumoral, síntomas del paciente, citopenias importantes debidas a infiltración de la médula ósea, hiperesplenismo o anemia hemolítica, factores pronósticos adversos, edad, subtipo histológico y decisión compartida con el paciente informado.
Tratamiento de los LNH agresivo o de alto grado
El tratamiento estándar de los LNH agresivos es 8 ciclos de Rituximab y 6 ciclos CHOP.
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