Tratamiento de la Fibrosis Pulmonar idiopática
El objetivo de los tratamientos de la fibrosis pulmonar idiopática actuales es controlar los síntomas, frenar el avance de la enfermedad y prolongar la supervivencia. Esto se puede traducir en una mejora de las capacidades del paciente y de su calidad de vida.
Para determinar el tratamiento más adecuado, es necesario valorar el estadio de la enfermedad, los factores pronósticos, las enfermedades asociadas y el estado de salud del paciente con fibrosis pulmonar idiopática.
Existen diferentes opciones para tratar la FPI:
Tratamientos antifibróticos
Estos tratamientos para la fibrosis pulmonar idiopática actúan frenando la progresión de la enfermedad y permiten en muchos casos mejorar la calidad de vida de las personas con FPI, que pueden afrontar de mejor forma su día a día. Aunque pueden tener efectos secundarios, su médico normalmente podrá ayudarle a controlarlos.
Trasplante de pulmón
El trasplante de pulmón puede resultar apropiado para aquellos pacientes físicamente aptos para soportar esta intervención. En los pacientes con FPI, el trasplante de pulmón ha demostrado reducir el riesgo de muerte en un 75 %, aunque desgraciadamente no todos los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática son aptos para un trasplante.
Oxigenoterapia a largo plazo (LTOT)
Consiste en el aporte de oxígeno adicional para uso doméstico, que aunque no ha demostrado que mejore la supervivencia en la FPI, algunos datos indican una mejora en la capacidad funcional durante el esfuerzo.
Rehabilitación pulmonar
La rehabilitación pulmonar puede paliar los síntomas visibles de la fibrosis pulmonar idiopática y mejorar el estado funcional al estabilizar o modificar las características extrapulmonares de la enfermedad. Normalmente, en los programas de rehabilitación se incluye formación sobre actividades físicas, modulación nutricional, terapia ocupacional, así como asesoramiento educativo y psicosocial.
En la última fase de la enfermedad, los pacientes con FPI tienden a abandonar la actividad física debido a un aumento de la disnea. Siempre que sea posible, es aconsejable continuar con actividad física, por moderada que sea.
Medicamentos para ardor de estómago
Muchas de las personas que tienen FPI también padecen una enfermedad conocida como reflujo gastroesofágico. Se produce cuando el ácido del estómago sube al esófago (el tubo que transporta los alimentos de la boca al estómago). Algunos pacientes tienen una sensación de quemazón que puede ser dolorosa (acidez de estómago), mientras que otros no presentan síntomas. Cabe la posibilidad de que algunas gotas minúsculas del ácido del estómago lleguen a los pulmones a través de la respiración y dañen el tejido. Por eso, puede que su médico le recomiende tomar algún medicamento para controlar la acidez de estómago.
Cuidados paliativos
Los cuidados paliativos se centran en disminuir los síntomas y mejorar el bienestar de los pacientes, reducir el sufrimiento físico y emocional, así como proporcionar apoyo psicosocial para los pacientes y sus cuidadores.
En ciertos casos de disnea particularmente grave, puede considerarse la administración de morfina. La morfina puede reducir la disnea, la angustia y la tos, sin reducir de forma importante la saturación de oxígeno.
Para ampliar la información relacionada con el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática, la doctora María Molina, Coordinadora de la Unidad de Enfermedades Pulmonares Intersticiales Difusas (EPID) del Hospital de Bellvitge de Barcelona e investigadora de estas enfermedades pulmonares, nos lo explica todo en este vídeo:
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