La sintomatología del linfoma no Hodgkin es muy variada y va a depender de la localización inicial, del subtipo histológico concreto, la rapidez de crecimiento del tumor, la edad del paciente, etc.
En la mayoría de los pacientes, el linfoma no Hodgkin se presenta como un ganglio aumentado de tamaño, palpable (linfadenopatía).
Además, pueden aparecer síntomas generales como:
- Fiebre sin razón aparente
- Pérdida de peso
- Sudoración nocturna profusa
- Astenia
- Prurito
Otro tipo de síntomas locales, como cefalea, tos, dificultad para respirar, dolor óseo o abdominal pueden indicar afectación de la enfermedad a esos niveles.
La fiebre mayor de 38º y la pérdida de peso mayor del 10% constituyen dos factores pronósticos importantes.