Tratamiento la Esclerosis Múltiple

Tratamiento de la Esclerosis Múltiple. Hoy en día la EM no tiene cura, pero existen tratamientos que pueden retrasar la progresión de la enfermedad. El objetivo principal del tratamiento es controlar los síntomas y ayudar a que el paciente mantenga una calidad de vida normal.

Se ha demostrado que el tratamiento precoz reduce significativamente el número de brotes y la intensidad de los mismos.

El tratamiento debe comenzar lo antes posible, buscando la mejor alternativa terapéutica y la máxima seguridad para el paciente.

Los medicamentos son más efectivos en la EM remitente-recurrente que en otras formas de EM. En los últimos 10 años han aparecido nuevos fármacos que tratan los síntomas y mejoran la evolución de la EM en esta forma de la enfermedad.

Actualmente, no existe ningún fármaco aprobado para el tratamiento de la EM primaria progresiva.

Tipos de tratamientos:

1. Tratamientos modificadores de la enfermedad: Sirven para prevenir o reducir el número de brotes en la EM remitente-recurrente así como la acumulación de la discapacidad en los pacientes con EM.

    i. Interferón beta (interferón beta-1a e interferón beta-1b)

    ii. Acetato de glatirámero

Estos tratamientos han demostrado su eficacia para reducir las recaídas y en la mayoría de las personas con EM, reducir la progresión de la discapacidad a corto plazo. Los efectos secundarios más comunes pueden incluir síntomas pseudogripales, cambios de humor y reacciones en el lugar de la inyección.

Además en la actualidad existen fármacos orales que se utilizan como primer tratamiento:

    iii. Teriflunomida

    iv. Dimetilfumarato

    v. Natalizumab, anticuerpo monoclonal utilizado en infusión intravenosa cada 4 semanas.

    vi. Fingolimod, tratamiento oral modificador de la enfermedad aprobado para el tratamiento de la EM remitente-recurrente grave de evolución rápida o muy activa.

    vii. Alemtuzumab, indicado en pacientes adultos con EMRR con enfermedad activa definida por manifestaciones clínicas o detectadas por resonancia magnética. Se trata de un fármaco a considerar en las formas activas de la enfermedad.

2. Medicamentos para el tratamiento del brote

  • Corticoides: Han sido durante muchos años el tratamiento de elección. Disminuyen la duración y la intensidad de los brotes . Se utiliza generalmente la prednisona, administrada por vía oral, o la metilprednisolona por vía intravenosa. Para evitar la aparición de efectos adversos, se deben utilizar durante breves periodos de tiempo.
  • Plasmaféresis: De dudosa eficacia, puede ser una alternativa para los pacientes con intolerancia a los corticoides o para aquellos resistentes a los corticoides.
  • Inmunnoglobulina G intravenosa.

3. Medicamentos para controlar los síntomas: El objetivo es intentar mejorar la calidad de estos pacientes que sufren gran cantidad de síntomas ocasionados por la lesión del SNC (espasmos, problemas urinarios, trastornos psiquiátricos, etc.). El tratamiento compuesto por THC (tetrahidrocarbocannabinol) y CBD (cannabidiol) permite a los pacientes mejorar la espasticidad y todos los síntomas asociados a ella como el dolor, los espasmos y las alteraciones urinarias. La fampridina, se utiliza para mejorar la deambulación de estos pacientes, que es uno de los problemas que producen mayor discapacidad y que afecta a un 60% de los pacientes.

4. Fisioterapia y Rehabilitación: La EM provoca con frecuencia problemas de movilidad, de espasticidad y de equilibrio. El inicio temprano de la fisioterapia es importante para recuperar la funcionalidad.

5. Apoyo emocional: Según datos de la SEN (Sociedad Española de Neurología), hasta un 75% de los pacientes con EM, sufre alteraciones de ánimo o depresión en algún momento de la enfermedad, por lo que es importante tratarlos.

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