Diagnóstico del Cáncer de Hígado

Al no presentar una sintomatología específica, el diagnóstico del cáncer de hígado precisa el uso de pruebas que permitan confirmar la presencia de masas tumorales. En aquellos individuos con elevados factores de riesgo, como por ejemplo enfermedades hepáticas previas como la cirrosis, hemocromatosis o infección por hepatitis B, es fundamental la realización de pruebas periódicas, o cribado, que aún en ausencia de síntomas permitan la localización e identificación de tumores1,2.

Diagnóstico cáncer de hígado

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen permiten extraer imágenes detalladas del cuerpo con información específica sobre tamaño, forma y localización del tumor. El primer estudio que se realiza para examinar el hígado suele ser la ecografía (ultrasonido). La ecografía es la prueba estándar utilizada como cribado para la detección de nódulos hepáticos. 3,4

La tomografía computarizada y la resonancia magnética ofrecen imágenes más precisas para detectar la propagación del tumor y cualquier metástasis. 3,4

Biopsia

La biopsia consiste en extraer una muestra de tejido, en este caso del hígado, para poder analizarlo y determinar su gravedad. En el caso del colangiocarcinoma, de frecuencia muy inferior a la del hepatocarcinoma, la realización de la biopsia se hace indispensable para su confirmación.3,4

Estas biopsias se realizan habitualmente mediante punciones externas (a través de la piel en la pared abdominal), pudiendo también realizarse mediante laparoscopia (inserción de un tubo delgado con iluminación a través de un pequeño corte en la pared del abdomen para observar el hígado). 3,4

Análisis de sangre

La alfafetoproteína o AFP es una proteína que puede encontrarse elevada en la sangre de los pacientes con cáncer de hígado. Esta prueba no ofrece un diagnóstico definitivo debido a que el cáncer de hígado no es la única razón por la que los niveles de AFP aumentan, además, muchos pacientes en fase inicial tienen niveles de AFP normales. Sin embargo, es una forma sencilla de tener una “pista” y poder realizar otras pruebas que ofrezcan más información5.

La determinación de la AFP, es una de las pruebas estandarizadas en los programas de cribado6.

Pruebas de la función hepática

Las pruebas de la función hepática a través de un análisis de sangre miden varios parámetros: proteínas, enzimas y sustancias producidas por el hígado. Si los niveles de alguno de ellos se encuentran fuera del rango normal, puede ser signo de fallo hepático7.

La realización y elección de estas pruebas de diagnóstico dependerá de cada caso y cada detalle de las mismas serán comentadas junto con tu médico, quien te ofrecerá toda la información al respecto. Un diagnóstico precoz y la aplicación de programas de cribado que lo faciliten, resulta fundamental para iniciar un tratamiento lo más rápido posible y poder mejorar el pronóstico del cáncer de hígado.

 

 

 

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