¿Qué es el test de la rejilla de Amsler y para qué sirve?
¿Qué es el test de Amsler?
El test de la rejilla de Amsler es una prueba diagnóstica sencilla que ayuda a identificar alteraciones de la vista en las que las líneas rectas se ven onduladas. Estas alteraciones aparecen en enfermedades oculares o nerviosas, como por ejemplo en la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Para realizar el test sólo se necesita una cuadrícula de 10 x 10 cm dividida en cuadrados de 5 mms. Este sencillo test fue creado en 1947 por el oftalmólogo suizo Mark Amsler1.
Este test resulta útil porque a nuestro ojo le cuesta detectar las alteraciones visuales en escenas cotidianas, pero cuando miramos patrones geométricos las alteraciones de la visión son más evidentes. Así, la rejilla permite detectar alteraciones visuales que pasarían desapercibidas en nuestro día a día2.
¿Qué detecta el test de Amsler?
La rejilla de Amsler es una prueba sencilla diseñada para detectar la metamorfopsia, que es una alteración de la vista en la que se perciben las líneas rectas onduladas o distorsionadas2,3. También es útil en la detección de puntos ciegos, llamados escotomas4. Estos síntomas son característicos de la DMAE, por lo que el test de Amsler se utiliza a menudo como método de diagnóstico de esta enfermedad. Sin embargo, se trata de una prueba inicial, ya que puede haber otros síntomas de DMAE que no son detectados mediante la rejilla de Amsler1.
Al ser un método tan sencillo, se puede realizar en casa. Además, una vez diagnosticada la enfermedad, es interesante realizarlo una vez a la semana para hacer un seguimiento del avance de la enfermedad y detectar lo antes posible si ésta progresa a su fase avanzada, la DMAE húmeda. Esto permite adelantar el inicio del tratamiento y ralentizar el avance de la enfermedad, preservando la vista el mayor tiempo posible1.
La cuadrícula más utilizada para detectar la DMAE suele ser blanca sobre fondo negro, con 20 cuadrados de 5 mm. Cuando el paciente presenta escotomas, se utiliza una variante que añade 4 líneas diagonales para ayudarle a centrar la vista en el punto central de la rejilla1.
La rejilla de Amsler no se utiliza solamente para diagnosticar la DMAE, ya que la metamorfopsia y los escotomas son síntomas comunes a otras enfermedades, como la coriorretinopatía central serosa y la neurorretinopatía macular aguda. Una variante de este test, con las líneas rojas sobre fondo negro, ayuda a detectar la hemianopsia bitemporal, que consiste en una pérdida de visión en la mitad del campo visual, presente en los tumores de la pituitaria (una glándula que se encuentra en nuestro cerebro y que controla la liberación de ciertas hormonas, también se llama hipófisis)1.
¿Cómo realizar el test de Amsler?
Para llevar a cabo el test correctamente habrá que situar la rejilla a la distancia de lectura del ojo, a unos 33 centímetros. Habrá que asegurarse de tener una correcta iluminación y no haber recibido luz directa en el ojo inmediatamente antes de realizar la prueba, así como no tener dilatadas las pupilas. Si llevamos gafas para ver de cerca, deberemos llevarlas durante la prueba1.
Con la rejilla ante nosotros, cerramos un ojo y miramos con el otro al centro de la cuadrícula, generalmente marcado por un punto. Si nos cuesta fijar la vista en este punto, habrá que mirar al centro de la cuadrícula asegurándonos de que las cuatro esquinas de la misma se encuentran a la vez en nuestro campo de visión. Ahora simplemente se trata de detectar si vemos alguna anomalía, como ondulaciones de las líneas, que no nos parezcan paralelas o si vemos borroso o incluso ausente alguno de los cuadrados1.
Podría ser conveniente que marcáramos en la rejilla aquellas zonas en las que hemos percibido las deformaciones, de manera que podamos compararlo con resultados posteriores y hacer un seguimiento del progreso de la enfermedad o si, por el contrario, se mantiene estable o incluso mejora nuestra agudeza visual1.
¿Cómo se interpretan los resultados del test de Amsler?
Los resultados del test son bastante sencillos. Si apreciamos cualquier deformidad o ausencia en la rejilla, podría significar que tenemos algún problema en la mácula (la parte del fondo del ojo donde se perciben las imágenes)2. Para confirmar un diagnóstico, habrá que acudir a un oftalmólogo para realizar un examen ocular que determine la causa de las alteraciones de nuestra visión. Si en lugar de apreciar anormalidades en la región central de la cuadrícula nos cuesta ver las esquinas, el diagnóstico podría ser otro, como el glaucoma. Igualmente, serán las pruebas oftalmológicas las que confirmen o descarten esta enfermedad1.
Si bien la rejilla de Amsler se utiliza en el diagnóstico de la DMAE, no permite determinar el nivel de metamorfopsia que sufre un paciente, solo si la presenta o no. Sin embargo, hay estudios que pretenden convertir este test en un método cuantitativo, mediante un programa informático que muestra en pantalla la rejilla de Amsler. El paciente puede recolocar con el ratón las líneas de la cuadrícula hasta verlas rectas, mostrando así el grado de distorsión que está percibiendo2.
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